El Ágata es una variedad de cuarzo, que se caracteriza por una textura en zonas concéntricas o paralelas de diferentes colores.
Formada a partir de cristales de cuarzo microscópicos extendidos en bandas, este es un cristal muy estable. Las ágatas son piedras que sirven para asentar las energías y aportan equilibrio físico, emocional e intelectual.
Propiedades y beneficios del Ágata
Este mineral a menudo se ha relacionado desde hace siglos con el hombre y la naturaleza, promoviendo las buenas cosechas y protegiéndonos contra picaduras de serpientes, insectos o escorpiones.
También es una piedra protectora contra los pequeños problemas diarios. De hecho, tiene la reputación de favorecer el equilibrio de cuerpo y mente, evitando las caídas, así como los bloqueos de energía. Reduce los problemas de sangre y de piel y preserva la salud de los pulmones.
Esta piedra se asocia con el segundo chakra, vinculado a la energía sexual, las relaciones humanas y la creatividad.
Origen e historia del Ágata
El Ágata es el nombre del río Achates, hoy Dirillo, al sur de Sicilia, donde era abundante. El filósofo griego Teofrasto, le dio su nombre. Presente en muchas partes del mundo y rica en hermosos colores, fue utilizada desde la antigüedad en Egipto y Mesopotamia, hebreos y por la gente del valle del Indo, griegos y romanos.
Hicieron joyas y objetos ornamentales, tales como floreros, o incluso objetos religiosos. Para los celtas, se asocia con Ceridwen, diosa de la fertilidad y la muerte.