El Nácar o también llamado Madre perla (Mother of Pearl) es la capa interior o recubrimiento dura e iridiscente, de algunas conchas de moluscos.
Es un biomineral, una combinación de moléculas orgánicas elaboradas por los organismos vivientes, y componentes minerales que los organismos ingieren o toman de su medio ambiente.
Se le considera una gema orgánica y posee un brillo iridiscente que se le conoce como nacarado o perlado.
Este brillo se debe a que el tamaño de estas plaquetas es cercano a la longitud de onda de la luz visible, lo que resulta en la difracción en diferentes direcciones para diferentes longitudes de onda de la luz.
Propiedades y beneficios del Nácar
El nácar tiene unos efectos astrológicos similares a la conjunción armónica entre la Luna y Venus, como la perla. Vuelve a las personas de trato dulce y halagador, de tal manera que su compañía siempre resultará muy grata.
Es tan potente que sus efectos pueden llegar a ser fascinadores y ejercer sobre los demás un dominio irresistible. A nivel esotérico es la gema de las brujas blancas.
En otro sentido es una de las gemas de la fecundidad y la receptividad, ayuda a las mujeres a quedar embarazadas.
Origen e historia del Nácar
El Nácar es usado desde hace muchos siglos por las culturas de oriente, sobre todo en China y Japón, mucho antes de la era cristiana. Los utilizaban para crear esculturas, decorar objetos, muebles e incluso fabricar botones.
Habría que esperar hasta el siglo XIV para que el Nácar apareciera en la cultura europea y se utilizaba básicamente para realizar pequeñas figuras religiosas para más tarde decorar muebles, instrumentos musicales, abanicos, cubertería… como en la cultura China.
El nácar se unió al mundo de la joyería con el reinado de la reina Elizabeth I, en el siglo XVI, lo que provocó que la demanda de esta sustancia creciera de forma extraordinaria.